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El enfoque holístico de las patologías femeninas

Sin lugar a dudas el aparato genital de las mujeres es mucho más influenciable por las emociones que el del hombre. Y a pesar que esto parezca una justificación ante el sexo opuesto, tiene una explicación científica y es la siguiente.
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El enfoque holístico de las patologías femeninas

Sin lugar a dudas el aparato genital de las mujeres es mucho más influenciable por las emociones que el del hombre. Y a pesar que esto parezca una justificación ante el sexo opuesto, tiene una explicación científica y es la siguiente.
Nuestro ciclo menstrual está regulado por una serie de hormonas. Hasta lo que hoy en día se sabe, todo comienza a nivel del hipotálamo, que es una parte del cerebro que tiene funciones de control de varios aspectos de nuestra vida. Por ejemplo, interviene en la regulación del sueño, en la sensación de apetito, en el equilibrio del agua, es una especie de controlador de las manifestaciones emocionales (tiene centros de regulación del sistema autónomo simpático y parasimpático), y secreta factores hormonales que estimulan a la glándula hipófisis (ubicada en la base del cráneo), para que produzca las hormonas foliculoestimulante (FSH) y luteinizante (LH).
Estas, a su vez, hacen que los ovarios (en la mujer) y los testículos (en el hombre), sinteticen estrógeno y testosterona, respectivamente.

Sin embargo, el ciclo sexual femenino es muy complejo, ya que las hormonas tienen altibajos en sus niveles sanguíneos según el momento del ciclo en que se encuentren.
En efecto, debido a que la mujer es quien aloja en su útero el óvulo fecundado, debe prepararse todos los meses para tal fin, haya o no concepción.
En forma sucinta sucede lo siguiente: durante la primera semana del ciclo menstrual (inmediatamente luego del primer día de menstruación), el ovario comienza a aumentar la producción de estrógeno (específicamente estradiol) estimulado por la FSH hipofisaria. Esto hace que las paredes del útero comiencen a engrosarse y que uno de los folículos que tienen los ovarios, se prepare para ser fecundado por el espermatozoide.
Es así como su tamaño va en aumento hasta romperse y libera el óvulo que lleva dentro, el cual es expulsado desde el ovario involucrado en ese ciclo (ovula un solo ovario por ciclo menstrual en forma alternada), hacia la trompa de Falopio correspondiente. Este proceso de ovulación es estimulado por la LH hipofisaria.
Este óvulo comienza a producir progesterona, hormona encargada de proseguir con los cambios uterinos iniciados por el estrógeno. Es decir que el propio óvulo va preparando su lugar para anidar, y si es fecundado, baja desde la trompa de Falopio y se implanta en el endometrio del útero, comenzando el embarazo.
Si no hay fecundación, el óvulo no continúa su desarrollo y el endometrio se elimina: es la menstruación.

En el hombre, el ciclo sexual es más sencillo: las FSH y LH estimulan la producción de  testosterona por parte del testículo en forma constante y sin variaciones significativas.
Si el hipotálamo es un controlador de las manifestaciones emocionales y, a su vez, interviene en la regulación de las hormonas sexuales, no es difícil deducir que, dada la complejidad de su proceso, la mujer, entonces, será mucho más propensa a sufrir diferentes desequilibrios hormonales derivados de su estado emocional.
Esta vulnerabilidad la podemos encontrar en cualquiera de los pasos arriba mencionados.
Por lo tanto puede ocurrir que la mujer no ovule, no se embarace o tenga atrasos o adelantos menstruales a causa de factores externos, de su entorno.
Es frecuente que la patología hormonal femenina se enmarque dentro de situaciones de mortificación, pena, decepciones amorosas, trastornos alimentarios (anorexia, bulimia), stress, muerte de un ser querido, ansiedad y muchas otras.
Claro que cada mujer manifestará su desequilibrio según su genética. No todas, a pesar de estar rodeadas de problemas, tendrán trastornos a este nivel. Otras sufrirán de cefaleas, o gastritis, o anginas a repetición.
Sin embargo es bueno saber lo delicado y complejo que es este sistema, para no tomar como descabellado cuando una mujer se encoleriza con más facilidad durante la menstruación, o quiere estar tranquila cuando desea embarazarse, o aumenta de peso antes de su período, o sea capaz de llorar por cualquier tontería cuando está ovulando.
Es que estos vaivenes hormonales producen cambios no sólo en lo físico, sino también en lo psíquico. A veces se notan más y a veces se notan menos, dependiendo también de la idiosincrasia de cada mujer.
Seguramente su ginecólogo convencional le lanzará una risita irónica cuando usted le comente esto, como diciendo “¿Qué puedo hacer yo?”. Pero para nosotros, los homeópatas, estos síntomas son importantes y los tomamos en cuenta para elegir el medicamento apropiado.
El cuerpo es indivisible del alma. No podemos pensar que todo sucede como un mecanismo de relojería (a la manera propuesta por Descartes), sin estar involucrado lo anímico. Los hechos lo confirman. Varias pacientes se dan cuenta que están por menstruar cuando comienzan a pelear con sus parejas. Y si usted es mujer, no tengo nada más que explicarle.
Por eso, la medicina que sólo medica lo físico no es completa. De poco sirve indicar tratamiento hormonal por ejemplo para quienes no menstrúan, si no tratamos lo subyacente, lo que no se ve, lo anímico-espiritual. Por supuesto que hay casos donde la Homeopatía no resolverá todo, pero ayudará a mejorar. En otros, el resultado será sorprendente. En medicina nadie tiene la verdad absoluta, pero lo bueno es tratar de acercarse a ella.
Y por último, si su marido o novio no cree que usted está histérica porque está por menstruar, dele a leer este artículo. Estoy segura que va a comprenderla.

 

 

La seriedad de la Homeopatía

Los homeópatas estamos acostumbrados a que muchos de nuestros colegas alópatas (aquellos que ejercen solamente la medicina oficial), denuesten a la Homeopatía.
Muchos de nuestros pacientes se sienten ofendidos por los comentarios que al respecto realizan algunos médicos convencionales.
Estamos seguros que no es por una actitud mal intencionada, sino que no hay suficiente conocimiento del tema.

Estos profesionales desconocen que el nacimiento de esta noble medicina se remonta a finales del siglo XVII (hacia 1790), cuando un médico alemán, el Dr. Samuel Hahnemann, comienza a poner en práctica un principio curativo conocido desde la Antigüedad: Similia similibus curantur (curar por el similar) o Ley de la Similitud al cual le agrega dos descubrimientos de su propia inventiva, la preparación del remedio diluido infinitesimalmente (donde la sustancia no se puede medir con los métodos convencionales) y la sucusión (procedimiento por medio del cual se agita mecánicamente la dilución, activando las propiedades intrínsecas del medicamento por frotación molecular).
Es justamente esta forma de preparación medicamentosa la que nunca fue aceptada por la medicina ortodoxa, que basa su accionar en principios químicos materialistas.
Por este descubrimiento, Hahnemann sufrió largos exilios y serias afrentas a su persona.
Pero actualmente los conocimientos han avanzado y lo que antes parecía una quimera, hoy se acerca a una realidad cuyo fundamento científico puede estar dado por la física cuántica.
Es así como los claustros de la medicina ortodoxa, otrora cerrados a nuestro arte y ciencia, se están abriendo para conocer qué es la Medicina Homeopática. Las Facultades médicas argentinas están comenzando a hablar de Homeopatía en forma seria y como parte del plan de estudios.
Esas mismas facultades por la que hemos pasado todos los médicos, nos han enseñado una y solamente una de las tantas formas de tratar a la persona enferma. Pero hoy el paradigma materialista se está derrumbando y corren nuevos aires en la ciencia médica. Nos estamos acercando al ser humano integrado en cuerpo, alma y espíritu, algo que la Homeopatía nunca dejó de considerar.
Y volviendo a los inicios, la historia nos demuestra que esta noble medicina fue perseguida y discriminada de los círculos médicos tradicionales. Sin embargo, el peso de la verdad fue muy grande y comenzó a tener un lugar en el mundo, a pesar de todo.
Con la celebración de los primeros congresos, en 1829, se expandió cada vez más y por supuesto, Argentina no estuvo ajena a este suceso.
Se considera que el Dr. Darrozsin fue el primer médico homeópata que actuó entre nosotros. Fue perseguido por el Protomedicato, encarcelado y expulsado por sus actividades en 1846.
En 1865 se funda la Sociedad Hahnemanniana Argentina, que el 25 de mayo de 1869 da a publicidad el Boletín Homeopático. Esta institución es el primer antecedente de nuestra querida Asociación Médica Homeopática Argentina (AMHA), fundada en 1933, hacedora de eximios profesionales reconocidos internacionalmente. Ellos propiciaron la fundación de otras escuelas en el ámbito local y en diversas partes del mundo.
Así es como la Homeopatía Unicista se expandió cada vez más y esto llevó a que en 1925 se estableciera la Liga Médica Homeopática Internacional, en Rotterdam, Suiza, institución que agrupa a las diferentes asociaciones y escuelas homeopáticas de todo el mundo.
Mientras tanto en nuestro país, la Homeopatía fue creciendo extraordinariamente y fue ese el momento en que las instituciones más importantes, creyeron conveniente agruparse dentro de una entidad rectora sin perder sus respectivas individualidades. Esto ocurrió el 23 de abril de 1995 y así nació la Federación de Asociaciones Médicas Homeopáticas Argentinas (FAMHA).
La FAMHA se creó tomando en cuenta los siguientes objetivos:
1) Nuclear a las instituciones vinculadas a la investigación, docencia y difusión de la Doctrina Médica Homeopática sustentada por el descubridor de la Homeopatía, el Dr. Samuel Hahnemann
2) Brindar a sus asociados la más completa y actualizada comunicación de los estudios y progresos científico-terapéuticos en el campo de la Medicina Homeopática.
3) Favorecer la implementación de las actividades de sus afiliadas.
Siguiendo esta evolución y en vistas de la creciente cantidad de homeópatas, el 16 de diciembre de 1999 se creó el Colegio de Médicos Homeópatas de la República Argentina, que es un registro nacional de los profesionales que ejercen la Homeopatía Unicista. Su función es jerarquizar el ejercicio de la misma, agrupando a los médicos que la practican responsablemente. Cada uno de nosotros tiene un número de registro. Es importante que esto lo sepa el paciente, para que tenga la seguridad que está en manos de un profesional con capacitación adecuada.
Anualmente tenemos un Congreso Internacional, avalado por la LMHI, que se celebra en diferentes partes del mundo. En 2007 fue en la ciudad de Puebla, México. Este año fue en Ostende, Bélgica.
A estos se agregan los congresos locales. En Argentina, los celebramos cada dos años con el aval de nuestra federación, la FAMHA.
Estas actividades, además de la docencia que muchos ejercemos en la escuela de nuestra asociación, nos capacitan continuamente y nos obligan a su vez a investigar y a presentar trabajos científicos.
Por todo esto, la Homeopatía argentina es considerada una de las más importantes del mundo.
Con esta sucinta y resumida información se podrá deducir la seriedad con la que trabajamos los homeópatas. Detrás de cada uno de nosotros, hay un trabajo que lleva casi doscientos años de experiencia. Fuimos formados en la alopatía y nuestro espíritu crítico nos hizo conocer esta hermosa medicina, la Homeopatía Unicista, que a diferencia de lo que muchos de nuestros colegas creen, es ejercida con responsabilidad y criterio médico.
Como ha dejado escrito nuestro maestro en un corto ensayo titulado "La elección del médico: "Antes de elegir vuestro médico, observad cómo se comporta con los enfermos pobres y si en su gabinete, cuando está solo, se ocupa de trabajos serios".
De sus enseñanzas hemos aprendido a ser mejores personas para ser mejores médicos.