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Diseño Silvina Fornaresio. Comercialización y Desarrollo Pablo Rival Oates.

Como conocí a Mataji


Cuando tenía 18 años sufría muchos dolores de cervicales y mareos, mi madre que practicaba Yoga desde muy joven, me enseñaba algunas posturas para calmar el dolor, un día en el año 1989 escucho por la radio a Mataji a quién ya conocía de verla en algunas entrevistas en televisión, y decido ir a una de sus charlas, no puedo explicar cual fue mi sensación al verla, como una mezcla de paz, emoción, alegría y esto se hizo más fuerte al finalizar la charla, cuando uno por uno iba abrazando a todos hasta llegar a mí, todas esas emociones explotaron en el llanto...

Mi sorpresa fue cuando luego de participar de sus charlas en la salida de una de ellas me dice que quiere verme en su despacho, al verme me pregunto si tenía algo que hacer y mi respuesta fue “no”, aunque tenía que hacer miles de trámites, "entonces lo invito a comer" me dijo, lo cual acepte con ojos cuadrados. Durante la comida me comento que estaba buscando un profesor para dar clases en un centro de rehabilitación para chicos adictos a las drogas y con HIV, pensé que buen proyecto lástima que no la puedo ayudar ya que no conozco ningún profesor. Y el día continuo, siendo para mí el día más emocionante de mi vida.

Participando de otra de sus charlas, ella cuenta ante 200 personas la misma historia del centro de rehabilitación y pregunta si hay algún profesor en la sala que quiera realizarlo, creo que levantaron las manos unas 90 personas y Mataji dice: “ Usted Fabio puede?”, por una cuestión de Indra Devi, Piero y Fabio Madeo en una visita al Instituto de Yoga Matajivergüenza ante tanta gente dije “si”, luego de la charla pedí una entrevista con ella para explicarle que se había confundido que o no era Instructor de yoga, cuando entre a su despacho y le dije lo que pasaba, me respondió “no se preocupe niñito yo lo voy a entrenar”, se me cayo la mandíbula, nunca se me ocurrió ser Instructor de Yoga.

Así fue como comencé a prepararme, participando de sus talleres y conviviendo con ella gran parte del día, para tener mi primer experiencia en el centro de rehabilitación donde tuve que dar mi primer clase frente a 40 personas y desde ahí nunca más pare, comenzando a dar clases en la fundación Indra Devi, a pedido exclusivo de ella.

En el año 1993 en mi segundo viaje a India me encontré con Mataji en Bangalore en el palacio del Maharajá de Sandur y para mi sorpresa se encontraba con el cantante Piero, a quien ella adoraba y con el cual nos hicimos muy amigos, de quien solo puedo decir que es una persona muy espiritual y excelente “ser humano”, para mí como un hermano, con él compartimos muchos retiros de Yoga con Mataji y la fundación Indra Devi en el campito de las buenas ondas en cardales.

En India recorrimos muchos lugares santos, pero mi mayor experiencia fue en el ashram de Swami Premananda en Trichi al sur de India, donde tuve la posibilidad de dar clases de Yoga para los Indios que habitaban el ashram (lugar donde reside un maestro con sus discípulos).

En el año 1998 tengo un accidente automovilístico, donde se produce una lesión a nivel de cervicales c6c7 quedando cuadriplegico, con lo cual tengo que enfrentar mi vida desde una silla de ruedas eléctrica. Contando con el apoyo de Mataji que seguía visitándome a la clínica y con todas las enseñanzas que tome del Yoga, puedo salir adelante y seguir con el proyecto de trasmitir mi experiencia en el Instituto.

La última vez que vi físicamente a Mataji fue los primeros día de abril del 2002 en una clínica del barrio de caballito, tengo que decir que sentí mucho dolor cuando entre a la habitación y la vi atada a la cama con una sonda naso-gástrica, la cual ella quería sacarse continuamente, y recordé que su voluntad era salir de su cuerpo, sin ningún tipo de ayuda médica, ni sondas, ni nada y enojado pregunte a una maestra mexicana Rosita (su hija adoptiva), por que estaba así y ella me respondió: quienes están a cargo de Mataji en este momento decidieron esto y nosotros no podemos hacer nada, solo tenemos que entender que esto es parte de Karma que Mataji tenía que cumplir en esta vida y esa fue la mejor explicación que me pudieron dar, la cual comparto plenamente.

Hoy en el año 2004, desde nuestro instituto seguimos trasmitiendo todo el “AMOR LA PAZ Y LA LUZ DESDE EL CORAZON DE INDRA DEVI”

INSTITUTO DE YOGA MATAJI© Aranguren 2314 - Ciudad de Buenos Aires - Argentina
Teléfono 4637-5022 - e-mail: mataji@fibertel.com.ar