La edad no afecta el ser interior, sólo
el cuerpo. El proceso de envejecimiento es inevitable, pero
la práctica regular de Yoga mantiene la salud física
y mental ayudando a envejecer con gracia y con los músculos
y órganos internos funcionando adecuadamente, lo que
en cierto modo, retarda el envejecimiento.
Hay muchos trastornos, como la artrosis, propios del deterioro
físico que se produce; los trastornos muchas veces
pueden prevenirse o retardarse con la práctica del
yoga.
No podemos escapar al envejecimiento; es un proceso existencial
propio, privativo e intransferible de cada ser. Es necesario
considerar el envejecimiento como una etapa interesante de
la vida, que dependerá de nuestra actitud interna,
de cómo tomemos esta fase de la vida que, convencionalmente,
se denomina "tercera edad".
Tenemos que fomentar una actitud de enriquecimiento y crear
las condiciones para que ese envejecimiento sea natural, alimentando
un estado de ánimo contento, fresco y jovial, aun cuando
nuestra edad sea avanzada.
El Yoga, con sus diversas técnicas, aporta una ayuda
invalorable a las personas de edad.
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